Zen Gen, el próximo filón digital
‘Generación Zen’ es la denominación que se le da al grupo de edad comprendido entre los 55 y los 75 años, englobando también a los baby boomers. Esta generación ha crecido absolutamente a caballo entre el mundo digital y el analógico y ha representado durante mucho tiempo el centro absoluto de la atención de las empresas y los marketers, al tratarse de la generación más voluminosa de la historia. Con la nueva era digital, estos consumidores han crecido y han dejado de ser el foco de las marcas, que han pasado a centrarse en los nativos digitales como son las generaciones Z y millennials.
Sin embargo, esta generación aún tiene mucho que ofrecer. En España, está formada por alrededor de 11 millones de personas y representa casi un 24% de la población, según datos del INE. Adicionalmente, se trata de una generación con un elevado poder adquisitivo, pues aún se encuentran en el mercado laboral y muchos de ellos siguen en el cénit de sus vidas profesionales. Pero lo más interesante de esta generación que comienza a ser olvidada es su elevado nivel de madurez digital. Según un estudio publicado recientemente por Good Rebels, el 81% de los españoles encuestados tiene perfil en Facebook, y cuentan también con presencia en otras redes sociales como son Instagram (45%), Twitter (27%) y Pinterest (23%). Además, el 42,3% de los encuestados afirman ser compradores habituales por internet, el 70% de ellos encuentran dicho proceso “fácil” o “muy fácil” y en torno al 40% tiene el móvil como vía preferente de compra. Entre las categorías que adquieren por internet encontramos una amplia variedad: electrodomésticos, alimentación, ropa, salud, belleza, tecnología, etc.
Estos datos hacen que los baby boomers vuelvan a colocarse una vez más en el foco de atención de las empresas y agencias de publicidad. Sin embargo, otra conclusión que podemos sacar de este análisis es que, a pesar de la importancia que constituye en términos de gustos y preferencias la creación de perfiles generacionales sobre la población global, en el mundo crecientemente digitalizado en el que nos movemos tiene cada vez más sentido analizar a los clientes por su comportamiento online. Es por ello que cada vez se habla más del consumidor conectado como un grupo heterogéneo formado por perfiles de todas las generaciones que tiene en común una serie de comportamientos y expectativas online. Estar conectado no se trata ya de un estado transitorio del que los individuos entran y salen, tal y como la reciente pandemia ha demostrado, sino que “conectado” es el estado permanente en el que todos nosotros nos encontramos, un estado en el que la distinción entre online y offline carece de sentido y en el que consecuentemente las reglas cambian.
Uno de los principales cambios ha sido el auge de las figuras de influencers y las opiniones de otros compradores como figuras de referencia y líderes de opinión a la hora de consolidar las decisiones de compra de los consumidores conectados. Asimismo, la omnicanalidad se ha convertido en un elemento crucial para los consumidores, que ahora demandan hiperpersonalización y que las empresas se adelanten a sus posibles necesidades. También esperan conveniencia e inmediatez a la hora de comunicarse y recibir respuestas por parte de las empresas en todas sus interacciones con ellas, ya sean en la compra o fuera de ella. Esto último es especialmente relevante, ya que una experiencia negativa tiene cada vez más consecuencias que las marcas ya no pueden ignorar gracias a las redes sociales y al feedback entre clientes que son capaces de generar.
En conclusión, si las marcas quieren ganarse la lealtad de cualquier generación de consumidores deben mantener una mentalidad centrada en el cliente, enfocada en anticiparse a los deseos y necesidades del consumidor conectado, sin descuidar la adaptación a las particularidades en cuanto a los gustos y hábitos que vienen asociados a las experiencias vitales de las distintas generaciones que conviven en el mercado.
Guidance
- Llevar a cabo un proceso de transformación digital con una estrategia omnicanal ya no es una ventaja competitiva, sino un requisito obligado. Sin embargo, son muchas las empresas que aún no se han enfrentado a este reto y que se encuentran ante una oportunidad de redefinir tanto su modelos de negocio como sus operaciones con el objetivo de fidelizar e incrementar su base de clientes.
- Adicionalmente, las estrategias de nicho que apelen a los gustos de grupos específicos dentro de las generaciones pueden ser una clave para alcanzar el éxito para muchas empresas.