Una startup neozelandesa está a punto de testar un nuevo método de transmisión de energía sin cableado
Desde los primeros experimentos de “alimentar el mundo sin cables”, promovido por Nikola Tesla, pasando por Guglielmo Marconi, que consiguió la transmisión inalámbrica de información en ondas de radio, hemos llegado al nacimiento de Emrod, una startup neozelandesa puntera en tecnología. La empresa está construyendo un sistema para transmitir energía de forma inalámbrica a largas distancias y espera llevar energía a comunidades alejadas o transmitirla de fuentes renovables remotas, como parques eólicos marinos. A día de hoy están probando con éxito el sistema en distancias cortas, pero quieren ir un paso más allá: transmitir cualquier cantidad de energía como hacen hoy las soluciones cableadas.
Las implicaciones de este descubrimiento son:
- Áreas rurales conectadas – Esta tecnología puede ayudar a alimentar de energía a áreas rurales o transmitirla desde parques eólicos marinos. En ambos casos es muy costoso invertir en una red eléctrica cableada. Esta tecnología podría convertirse en una realidad comercial en un futuro no muy lejano, que por supuesto aumentaría la conectividad en áreas que todavía no pueden permitirse lo que ya es para nosotros una realidad: un panorama global hiperconectado.
- Un mundo sin cables – Este tipo de tecnología nos brinda la oportunidad de comenzar a pensar en un mundo sin cables: en un futuro podremos cargar nuestros smartphones y dispositivos inteligentes sin necesidad de un cable ni tampoco una base. Además, tendrá un alto impacto no solo en nuestro día a día, sino en el medioambiente y en la preservación de espacios naturales, que se verán beneficiados por un ahorro en infraestructuras de cableado.
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