Ni robot, ni animal: científicos crean el primer organismo vivo y programable
La ingeniería genética ofrece la posibilidad de crear organismos gracias a los avances tecnológicos en los campos de la biología y la inteligencia artificial. Un equipo de investigación ha desarrollado organismos vivos, dotados de movimiento y programados para abordar diferentes cometidos.
Actualmente, las innovaciones genéticas como los “xenobots”, muestran grandes utilidades para el ser humano y el medio ambiente, por lo que su desarrollo abre nuevos horizontes a la ciencia.
Las consecuencias de los xenobots son:
- Avances en la medicina – Debido a las células incorporadas a los xenobots, estos organismos tienen la capacidad de trabajar individual y grupalmente, de modo que tienen un gran valor para la medicina. Su utilización en la lucha contra el cáncer pretende ser uno de sus futuros cometidos.
- Ética – La creación de seres vivos programables crea dudas sobre sus posibles usos. Siendo organismos capaces de ayudar en la lucha contra enfermedades, a su vez, existe la posibilidad de que algunos de sus fines tengan un impacto negativo en el ser humano.
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