La empresa sostenible: políticas medioambientales
Las políticas ambientales llevadas a cabo por organizaciones pretenden crear una mejor relación con su entorno y recursos naturales. Con ello, procuran minimizar los impactos ambientales originados por las actividades que desarrollan. La conciencia ambiental presenta un crecimiento notable, por lo que las empresas se están uniendo a la tendencia de la sostenibilidad.
El nivel de exigencia y compromiso de cada política ambiental es determinado por cada organización. El problema reside en que esta política no va unida en muchos casos con los objetivos de la empresa, por lo que su efectividad se ve reducida. Las empresas se han centrado en la creación de valor y maximización de beneficios, siendo la fusión de los objetivos ambientales con los financieros un hecho primordial que aumentaría la rentabilidad y, por tanto, ayudaría a cumplir los objetivos.
En la búsqueda de una mayor funcionalidad para la política medioambiental, es necesario una buena capacitación de los empleados. Con ello, se logrará que empiecen a colaborar y lleven a cabo las estrategias implantadas. La importancia reside en que logren entender la implicación e impacto de esta, de tal forma que la aplicación de incentivos a los trabajadores ayudaría al progreso de actividades necesarias para la consecución de las estrategias.
Los consumidores observan como las empresas cada vez producen un mayor número de productos sostenibles, mejorando su imagen de marca y participando en tendencias que consideran apropiadas para su rentabilidad empresarial. Es por ello que las empresas se están centrando en satisfacer las necesidades de los consumidores, unidos a las tendencias sostenibles, por lo que la producción de este tipo de productos ha presentado un auge durante los últimos años.
En cuanto a tipos de estrategias sostenibles, se encuentran:
- Hiperactiva – La empresa tiene presente la sostenibilidad como una oportunidad a explorar, por lo que saca provecho de ella investigando sobre la materia e implementando los resultados para la consecución de sus objetivos.
- Proactiva – Cuando la empresa trata de aventajarse ante el surgimiento de innovaciones y realiza las estrategias antes de que la realice su competencia. Asimismo, tienen la necesidad de ser los primeros en su utilización, anticipándose a la legislación vigente.
- Reactiva – La empresa no se implica en cuanto a estrategias sostenibles, sino que responde exclusivamente ante presiones por parte de sus clientes o para mantenerse en el marco legal.
- Seguidora – La empresa no realiza ningún empeño para para lograr mejoras, ya sea con innovación o transformación de sus estrategias en sostenibles, por lo que únicamente procura habituarse a situaciones actuales.
- Inactiva – No realiza ningún tipo de acción ya que contradice la existencia de cualquier problema.
La recopilación de datos es esencial para ver como las estrategias sostenibles impactan en la empresa, así como para establecer un plan de acción. Esta compilación no solo ayuda a decidir qué tipo de estrategia debe implantar la empresa, sino que también resulta de gran utilidad para el control de esta.
El sector tecnológico y energético son unos de los sectores punteros en la creación de objetivos para desarrollo sostenible, por lo que empresas pertenecientes a este apuntan hacía energías completamente renovables en un futuro.
El consejero delegado de Danone, Emmanuel Faber, asegura que el modelo actual de alimentación toca a su fin y, por ello, trabajan en la aplicación de estrategias sostenibles y comercio local. Algunas de sus estrategias, como la creación de comida sostenible, no solo pretenden la maximización de beneficios para la marca, sino que buscan equidad social. Gracias a la decisión de ser B Corp (un movimiento globalizado en el que las compañías realizan actividades más sostenibles, generando un impacto positivo en la sociedad y medio ambiente), el interés que pagan a las entidades bancarias se ve reducido, una ventaja para la compañía. A su vez, el porcentaje de las ventas B Corp ha mostrado un incremento, teniendo como objetivo aumentarlo un 60% en 2030.
GUIDANCE
- Actualmente, el uso de la sostenibilidad como estrategia tanto en grandes empresas como en startups ayuda a la creación de valor, por lo que muchas de ellas se han unido a esta tendencia para comenzar su aportación al medio ambiente y la sociedad. El uso de vasos reutilizables o la implantación de una política para la reducción de gases contribuyen en la misma causa: la conservación de un ambiente prospero y el cuidado del planeta.
- El uso de las energías renovables en la empresas presenta unos costes más bajos que las energías no renovables, por lo que facilitaría un mayor ahorro para estas, y por tanto podrían enfocarlo como una estrategia competitiva.