Investigadores de Harvard y MIT están desarrollando una máscara facial que se ilumina cuando detecta el coronavirus
Investigadores del Laboratorio MIT ya trabajaban en 2014 con tecnología para la detección de virus como el Ébola. Ahora están trabajando en la creación de una mascarilla que detectaría si el paciente esta infectado por COVID-19 y lo indicaría a través de una señal fluorescente. Los resultados han sido prometedores, por lo que en las próximas semana el equipo espera demostrar que su creación es funcional y viable para su uso.
Las implicaciones de esta innovadora creación son:
- Detección precoz de infectados – La comercialización de esta mascarilla podría suponer un adelanto en la detección de personas infectadas por COVID-19, generando una ventaja para controlar y gestionar con mayor rapidez la pandemia. Con esta detección precoz no solo se reduciría el riesgo de la persona infectada, sino de contagio al resto de la población.
- Optimización de los servicios médicos – El uso de la mascarilla en hospitales funcionaría como método de triaje, descongestionando la sanidad de manera que pueda ofrecerse un servicio más personalizado y eficiente. Su aplicación al mundo laboral puede ofrecer una oportunidad para acelerar la economía, detectando trabajadores infectados, o por el contrario, permitir mayor capacidad en las sedes, con un control diario de esta mascarilla, que permita levantar restricciones en términos de capacidad.
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