Cultivos espaciales como nueva forma de alimentación
Tanto investigaciones como misiones espaciales tienen un peso muy relevante en el estudio de la ciencia, así como en el reto de ampliar el conocimiento en los diferentes campos que abarca. Cada vez, las opciones de visitar el espacio o los planetas se hacen mas viables con el desarrollo de la tecnología, ya sea por motivos puramente académicos o por explotación económica. Teniendo en cuenta que hay misiones realizadas por astronautas en la Estación Espacial Internacional (ISS) con suministros suficientes para la supervivencia, ¿Cómo se alimentarían en misiones que duren años con unos suministros limitados? Investigaciones de la Estación Espacial Internacional han demostrado que el cultivo de alimentos no solo es viable en el espacio, sino que estos alimentos ostentan el mismo poder nutricional que los resultantes de los experimentos realizados en la tierra con las mismas condiciones. Los factores que inluyen en el crecimiento de alimentos como la lechuga, ya sea la temperatura o la humedad, han sido replicados en ambos sitios, con el fin de identificar diferencias o insuficiencias en la aportación de nutrientes de los alimentos cultivados en el espacio. Este descubrimiento abre las puertas hacia un futuro más cercano en el que poder realizar misiones que anteriormente no disponían de los medios suficientes para sustentar a las personas que iban a bordo. “La ISS está sirviendo como banco de pruebas para futuras misiones, y estos ensayos ayudan a buscar otros candidatos para cultivar en condiciones de microgravedad, como pimientos y tomates, para proporcionar productos frescos suplementarios en la dieta de los astronautas”, explica Gioia Massa, científica en la misión.
No solo crea la posibilidad de alargar misiones, ofreciendo mayores oportunidades para aprender y explorar el universo, sino que esta nueva forma de cultivar alimentos en el espacio, a su vez, brinda nuevos métodos de aprendizaje para utilizar en posibles escenarios futuros, como colonias ubicadas en otros planetas. Al generar escenarios en un hábitat extraterrestre, se plantea cual será el transporte, las infraestructuras, pero, ¿dónde quedaría la alimentación?. El agua, la comida y el oxígeno serían bienes de lujo en una nueva sociedad creada desde los cimientos en lugares lejanos a la Tierra, por lo que el cultivo de alimentos sería una de las funciones primarias a realizar para la supervivencia.
El optimismo generado por esta investigación no solo ha contribuido a la posibilidad de aumentar los suministros futuros de misiones, sino que brinda ventajas dentro de la nave, como el suministro de oxígeno, vital para los tripulantes. A la par, contribuye a generar satisfacción y bienestar psicológico a los astronautas, ya que el consumo rutinario de alimentos que precisan en ocasiones una hidratación previa, puede no generar la satisfacción que ofrece un alimento fresco. No solo la lechuga ha sido cultivada fuera de la Tierra con éxito, por lo que el abanico de posibilidades en cuanto a posibilidades de cultivo de alimentos extraterrestres se abre en busca de explorar nuevos alimentos viables para el cultivo y consumo.
El avance de las nuevas tecnologías permite grandes avances en el mundo de la ciencia, incluso en el sector alimentario, desde la ingeniería genética de productos hasta su impresión mediante impresoras 3D. Así, la fusión de tecnología en la investigación podría incluso acelerar el proceso de cultivo y, con ello, tener la capacidad de un mayor suministro en menor tiempo. No solo dispondrían de comida fresca, sino que podrían incluso almacenarla para su posterior consumo, si las condiciones lo permiten.
Las ideas para llevar humanos fuera de la tierra no se encuentran en un futuro muy lejano, y cualquier estudio que aventaje estos viajes espaciales los acercará más hacia la realidad.