¿Cómo será el trabajo en el futuro?
Recientemente se está experimentando una evolución en el mercado laboral tanto en el tipo de puestos de trabajo que ofrecen las empresas como en la adquisición y desarrollo del talento de los empleados. Se trata de la denominada cuarta revolución industrial, en la cual el futuro del trabajo es muy diferente a lo que se puede ver actualmente. Esto se debe a una relación cada vez más estrecha entre el empleo y la tecnología, entre lo físico y lo digital (“figital”), donde la automatización reduce la mano de obra en muchos sectores, permitiendo ubicar a las personas en el centro de la estrategia.
¿Cómo será el trabajador del futuro?
El trabajo del futuro se basará en ciertos aspectos fundamentales, entre los que destacan los ecosistemas digitales, una nueva gestión del talento que es cada vez más multidisciplinario y los nuevos modelos operativos que combinan ambos factores. Esta nueva mentalidad finalmente se traduce en un resultado de aumento en la productividad, la eficiencia y la creatividad. Esta es una de las características que tiene implementar el upskilling y reskilling en la gestión y desarrollo del talento.
Todo comienza, tal y como se está presenciando en la actualidad, por un desbloqueo de las tareas rutinarias que se han estado desarrollando hasta ahora por los empleados. Esto ya se puede ver en algunas compañías que subcontratan este tipo de actividades a otras pequeñas empresas, como pueden ser los procesos comerciales y las diferentes partes de la cadena de valor.
Con la integración de las nuevas tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial, se permite a las personas altamente capaces abandonar esas tareas repetitivas y dedicar su esfuerzo y tiempo a otras más creativas y estratégicas, que aportarán mayor valor y ventaja competitiva a las empresas. Es así como los modelos de carreras tradicionales están pasando a formar parte del pasado, y es que tan solo el 19% de las empresas los desarrollan en la actualidad.
Los nuevos modelos de trabajo
Sin embargo, los nuevos modelos de trabajo se rigen por estructuras cada vez menos jerárquicas y por metodologías ágiles. Estos modelos se integran por equipos interdisciplinarios y procesos circulares con visión de extremo a extremo que, a su vez, permiten mayor flexibilidad para trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar. También evoluciona la relación con otras organizaciones, que es más fluida y sigue una tendencia hacia una dependencia mutua y más compleja, proporcionando a los empleados la posibilidad de moverse entre los diferentes departamentos.
Estos ecosistemas cambiantes dan lugar a que las empresas mejor preparadas puedan aprovechar las nuevas oportunidades de mercado. Surge así un concepto nuevo llamado “gig economy”, como alternativa a la contratación tradicional y en la que se establecen trabajos esporádicos de duración corta en los cuales el contratado se encarga de una labor específica dentro de un proyecto.
Las skills del nuevo talento
También se experimenta una evolución en relación al talento. Se buscan perfiles diferentes a los demandados anteriormente, donde las habilidades puramente técnicas van perdiendo valor a medida que son sustituidas por el uso de la tecnología. Es por ello que los trabajos del futuro requerirán de habilidades sociales que complementen esas habilidades técnicas, las llamadas “soft skills”. Estas se describen como las competencias sociales que se adquieren en la vida diaria y que resultan útiles para afrontar los desafíos competitivos que enfrentan los diferentes sectores y mercados. Se trata de habilidades como la resolución de problemas, orientación a objetivos y colaboración, propias de personas que poseen impulso, determinación y ambición de prosperar, más allá de su cualificación.
Guidance
- Esta fusión entre tecnología y mano de obra permite optimizar y maximizar el rendimiento en las tareas realizadas dentro de la empresa, lo que provoca un aumento de la productividad, la innovación y el desarrollo profesional. Esto se puede aplicar positivamente en sectores como, por ejemplo, el de bienes de consumo.
- A partir de esta evolución también se generan nuevos puestos de trabajo que antes no existían, creando así más empleo del que se puede llegar a eliminar por la integración tecnológica. Aumenta también la satisfacción de los trabajadores al disponer de mejores oportunidades en cuanto a desarrollo, aprendizaje e incluso salario.
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Vídeos: “Trabajos del pasado, trabajos del futuro” Santiago Bilinkis