Los beneficios de usar los excedentes de la producción de alimentos
Según la ONU, aproximadamente el 13% de todos los alimentos se pierden entre la cosecha y la venta al por menor. Esta pérdida no solo impacta negativamente en el medio ambiente, sino que también significa que hay menos alimentos disponibles para el consumo. Aquí es donde entran en juego los flujos secundarios. En lugar de desperdiciar estos subproductos, pueden ser utilizados en una amplia variedad de productos. Provenientes de diversas industrias e ingredientes, los flujos secundarios ofrecen una multitud de oportunidades.
En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad global, cada paso hacia la reducción del desperdicio alimentario y la disminución del impacto ambiental es valioso.
Una solución innovadora que ha estado a menudo en segundo plano pero que presenta una serie de beneficios es el uso de flujos secundarios en la producción de alimentos. Estos subproductos, que a menudo se pasan por alto, no solo pueden ayudar a reducir el impacto ambiental de las operaciones, sino que también pueden resultar ser sorprendentemente nutritivos.
- Los flujos secundarios pueden provenir de una amplia gama de fuentes y se pueden utilizar para diversos fines.
- Uno de los aspectos más notables de los flujos secundarios es su capacidad para no solo reducir el desperdicio, sino también para mejorar la nutrición de los alimentos.
ÄIO es una innovadora startup que ha encontrado una manera sostenible de reemplazar aceites vegetales, como el aceite de palma, y grasas animales que no provienen de la agricultura, sino de la industria. Esta versatilidad de los flujos secundarios permite su uso en la creación de carnes vegetales, sustitutos de aceites vegetales y componentes clave de alimentos. Los productos desarrollados a partir de flujos secundarios, como los de ÄIO, se esfuerzan por igualar o superar la calidad nutricional de sus alimentos convencionales. Además, se trabaja en conseguir que el sabor sea igual o incluso mejor que el de los productos tradicionales. Esto demuestra que el uso de flujos secundarios no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede resultar en alimentos más saludables y deliciosos.
En resumen, el uso de flujos secundarios en la producción de alimentos se presenta como una solución valiosa en un mundo donde la sostenibilidad y la reducción del desperdicio alimentario son prioridades globales. Estos subproductos, que a menudo son pasados por alto, no solo contribuyen a reducir el impacto ambiental de la industria alimentaria, sino que también pueden mejorar la nutrición de los alimentos.
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