Con 178 años de historia y 76.000 millones de dólares de facturación, P&G es hoy una gran empresa presente en la mayoría de países del mundo con marcas globales tan valiosas como Oral B, Pantene, H&S o Gillette. En los últimos años P&G ha desinvertido en unos negocios y se ha focalizado en otros con el fin de hacer frente a los cambios disruptivos del entorno. Para abordar los nuevos desafíos, la empresa cuenta con la fortaleza de su I+D, sus marcas mil millonarias, una sólida cultura basada en la colaboración con sus socios comerciales y la firme voluntad de ‘abrazar’ el mundo digital. Nos lo explica Gary Coombe, presidente Europeo de Procter & Gamble.
Rosa Galende. En los últimos años P&G ha vendido algunos de sus negocios y renunciado a grandes productos y marcas. ¿Tener un gran tamaño puede ser también un problema?
En estos últimos años hemos desarrollado buenas estrategias para asegurar que P&G pueda seguir creciendo rápidamente en el futuro. Hemos reducido nuestro portfolio y nos hemos centrado en los negocios en los que somos expertos.
Hoy P&G es una gran empresa presente en 10 categorías que sabemos gestionar mejor, en las que somos capaces de innovar y crear valor para distribuidores y consumidores. Somos un poco más pequeños, pero crecemos más rápidamente y de forma más simple. En nuestros negocios impera la mejor tecnología y la mejor innovación. Hemos rediseñado nuestros planes para reducir los costes y satisfacer mejor las necesidades de los consumidores. Nos hemos adaptado al mundo digital y trabajado con los diferentes operadores para ello. Creemos que tenemos buenas estrategias y que están empezando a marcar una gran diferencia en el mercado. Nuestro negocio está creciendo en Europa y estamos preparados para seguir creciendo y sobreviviendo, década tras década, otros 178 años.
RG. Los años de crisis han cambiado el comportamiento de los consumidores, que adquieren más marcas de distribución que nunca, lo que sin duda tiene su efecto en una empresa eminentemente marquista como P&G.
GC. El precio es muy importante para los consumidores, particularmente en el mundo actual, dada la transparencia de la que disfruta el comprador. Hoy podemos conocer el precio de los productos en los diferentes comercios con un simple clic. Pero no me preocupa el precio de nuestros productos en relación con las marcas de distribución. Lo que me preocupa es que nuestros productos ofrezcan una buena ecuación de valor para los clientes. No se trata tanto de una cuestión de precio como de los beneficios que nuestros productos son capaces de aportar a los consumidores, que es una de las razones por las que invertimos en innovación.