Tecnología, activismo, cannabis, Brexit… Al sector del gran consumo no le faltan retos este año, pero tampoco oportunidades de crecimiento. Presentamos 10 tendencias que las empresas deberían tener en cuenta de cara a los próximos meses.
- Las marcas comenzarán a presumir del uso de cannabidiol (CBD). Este derivado no psicoactivo de la planta del cannabis se está volviendo cada vez más popular en todo tipo de categorías de alimentos a medida que se hacen más conocidos sus supuestos beneficios para la salud. En 2018 un informe de la OMS reveló que el CBD puede ayudar a paliar los síntomas de varias enfermedades, entre ellas el Alzheimer. Como resultado, las certificaciones de salud del CBD suponen una importante herramienta de marketing para las marcas que usan este extracto en sus productos.
- El espacio para almacenaje se reduce y, con él, las posibilidades de elección para el consumidor. Es impredecible lo que pueda pasar con el Brexit, pero el impacto que tendrá en el sector de gran consumo está haciendo que las empresas acumulen existencias y luchen por conseguir espacios de almacenamiento. Estos espacios ya empiezan a escasear: los almacenes refrigerados están completos en Londres para los próximos 6 meses. Las empresas tienen que dar prioridad a lo esencial, por lo que los consumidores tendrán menos opciones donde elegir. Intentar mitigar el impacto de la posible escasez de ingredientes frescos implicará que posiblemente las marcas tengan que modificar o reducir sus gamas y concentrarse en los productos más vendidos.
- Hay que prepararse para los consumidores activistas. El sector ya fue presionado en 2018 por el excesivo uso de plástico, pero los expertos opinan que a lo largo de este año veremos cada vez a más consumidores activistas. Surge una nueva generación de consumidores llamados ‘prosumidores’, quienes ya no quieren solo consumir un producto o servicio, sino que esperan participar en todas las etapas de la compra.
- El sector del retail hará lo posible por recuperarse. Se viene diciendo desde hace ya algún tiempo que el sector del retail no pasa por su mejor momento. Sin embargo, las tiendas físicas contraatacarán. La inteligencia de las tiendas aumentará con el uso de mapas de calor y nuevas herramientas para mejorar el tráfico y disminuir las colas. Algunas podrían adoptar aplicaciones de ludificación o gamificación –técnicas propias de los juegos y el ocio aplicadas a actividades no recreativas– que se verán impulsadas por la llegada del 5G.
- La tecnología de voz se adoptará en masa. La búsqueda por voz es una tendencia que crecerá exponencialmente. De cara a 2020 el 50% de todas las búsquedas se hará por voz, según Comscore. Amazon, Google, Apple, Alibaba y otros ya han apostado por este mercado, y vemos cada vez más la aceptación y la inversión de múltiples industrias. La pregunta es si será este año cuando la tecnología de voz suponga una amenaza real para las plataformas basadas en pantallas a las que estamos tan acostumbrados.
- Las redes sociales seguirán creciendo. Algunas empresas ya están aventurándose en el s-commerce –compra de alimentos y moda a través de las redes sociales–, pero se espera que este año el mercado se dispare. Instagram ya cuenta con una herramienta con la que los usuarios pueden añadir objetos a sus publicaciones e historias para que los seguidores las compren directamente a través de la app. Snapchat, por su parte, se asoció recientemente con Amazon para impulsar el s-commerce. Cuando un usuario de Snapchat sube una foto de un producto, si éste está a la venta en Amazon, el usuario verá un aviso que le permite entrar directamente a Amazon, leer las reseñas y comprarlo.
- La velocidad dará paso a la practicidad a medida que las entregas personalizadas se convierten en el nuevo campo de batalla de la satisfacción del cliente. Con los envíos online, cuanto más rápido, mejor. Sainsbury’s tiene su servicio de entrega en una hora Chop Chop, Tesco también con su Tesco Now, mientras que Waitrose ha lanzado su servicio de entrega en dos horas Rapid Delivery. Pero algunos expertos aseguran que para el consumidor la opción de entrega más rápida ha dejado de ser la ganadora. En su lugar, ha surgido una nueva tendencia hacia las entregas personalizadas. Está creciendo la demanda de entregas inteligentes que utilicen inteligencia artificial para ‘aprender’ las rutinas de la gente y realizar las entregas en direcciones distintas, incluyendo entregas flexibles en horarios fuera de la jornada laboral habitual.
- El verdadero coste de la conveniencia se convertirá en una prioridad. El consumidor quiere que sus alimentos sean baratos y estén a la vuelta de la esquina. El coste de esta conveniencia para el medio ambiente será cada vez más importante a medida que las ciudades aplican sus planes de zonas libres de emisiones. Esto tendrá enormes consecuencias para las hordas de vehículos de reparto que actualmente bloquean los centros de las ciudades.
- Se intensificará el uso de los datos personales. Fitbits, Apple Watch, apps variadas que monitorizan las funciones corporales… Todo parece indicar que el apetito por los datos biológicos personalizados no hará más que crecer y cada vez más empresas del sector del gran consumo aprovecharán este potencial.
- Se adoptarán las compras sin cajas. El pago móvil irá ganando terreno al pago con tarjeta y veremos cómo las nuevas tecnologías eliminarán la necesidad de las cajas en las tiendas. Amazon planea abrir 3.000 tiendas Amazon Go en EE.UU. durante los próximos 3 años y Walmart está probando su primer concepto de tienda sin cajas. Esta nueva corriente en el comercio minorista tendrá como resultado conceptos nuevos y extraordinarios.
Fuente: The Grocer