La revista LSA Commerce & Consommation en su último número publica algunas de las ideas de fabricantes y distribuidores franceses para hacer frente a la crisis del COVID-19 de forma conjunta, compartiendo buenas prácticas. Recogemos aquí algunas de ellas.

1. La gran distribución debería abastecerse de los mercados mayoristas

Hemos visto en los últimos días que los franceses corren a la tienda para abastecerse, reacción excesiva que desorganiza un sector que es perfectamente capaz de hacer frente a la situación. Todos los líderes repiten: no hay escasez a la vista y, por lo tanto, no hay necesidad de limitar la compra. Existe stock y capacidad de producción. Las tiendas que mostraban restricciones a la compra no lo hicieron porque no tuvieran suministro, sino porque se vaciaban de forma innecesaria. Este deseo de mantener un stock adecuado tiene legitimidad: el cierre de la restauración devolverá al retail las ingestas que antes se consumían fuera del hogar.
Sin embargo, esta situación es un desastre para quienes proveían a la restauración. En Francia, Metro, Pomona y el Mercado de Interés Nacional en Rungis han cerrado la mayoría de sus puntos de venta. Y lo mismo ocurre con sus proveedores.
Una crisis de tal magnitud requiere solidaridad. Los que saldrán fortalecidos serán aquellos que sirvan mejor a sus clientes y hayan respetado el espíritu de responsabilidad que debe prevalecer.
Por tanto, según Philippe Goetzmann, presidente y fundador de la consultora Philippe Goetzmann, una buena estrategia para mantener el empleo, garantizar los puntos de venta para la producción agrícola, mantener en funcionamiento las cadenas de suministro, satisfacer la demanda de comida de los franceses y evitar el desperdicio de productos frescos, sería que la gran distribución también se abasteciera de estos mercados mayoristas.
El mercado mayorista francés Promocash France ha llevado esta idea un paso más lejos, ofreciendo sus productos directamente a los consumidores. Esto permite a los franceses llenar sus cestas, pero también permite al mayorista vender sus productos, ahora que sus clientes habituales -la restauración- están obligados a cerrar.

2. Pago en efectivo de facturas para pymes

Dominique Schelcher, presidente de Système U, anuncia: «para apoyar a las pequeñas y medianas empresas francesas que entregan sus productos a través de nuestros almacenes, ponemos en marcha inmediatamente el pago en efectivo de las facturas». Muchas pequeñas empresas enfrentan dificultades financieras y de flujo de efectivo con la pandemia, por lo que se trata de un ejemplo que otros distribuidores podrían seguir.

3. Préstamo de personal

La mitad del comercio está cerrado y la otra mitad, saturado. Los supermercados tienen que hacer frente a una demanda excesiva vinculada al cierre de la restauración. Esto provoca una situación crítica: muchas personas en situación de desempleo y a la vez muchos puestos de trabajo no cubiertos. Y por encima de todo esto, enormes cantidades de dinero público (que en realidad no tenemos) para llenar los vacíos. ¿Y si el sector y las autoridades acordaran el préstamo de personal a gran escala?, se pregutna Philippe Goetzmann, presidente y fundador de la consultora Philippe Goetzmann. Serían acuerdos entre compañías que permitirían la preservación de salarios y coberturas de empleados que trabajan en funciones similares. Seguro que la eficiencia (y seguridad) de los empleados de Leroy-Merlin en Auchan o de Ikea en Carrefour será mucho mejor y más rápida de implementar que iniciar procesos de reclutamiento desde cero. Además, los unos habrán aprendido de los otros y saldrán aún más fuertes de la crisis.

4. Priorizar a ciertos colectivos

. Muchos supermercados están priorizando el acceso a productos de primera necesidad a las personas mayores o vulnerables. Otros han ido un paso más allá, como Système U, que pone sus tiendas próximas a hospitales a disposición del personal sanitario para que puedan proveerse de forma prioritaria o recibir asistencia en caso necesario.

5. Mostrar generosidad para apoyar al personal clave

En Francia, Carrefour ofrece comida gratis a los transportistas que presentan su credencial profesional. Es una gran idea cuando todos los restaurantes están cerrados y los transportistas tienen dificultades para comer mientras están en ruta.

Fuente: LSA Commerce & Consommation (Francia)

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