Un tercio de la producción mundial de alimentos se desperdicia cada año. Una problemática que requiere de soluciones eficaces e inmediatas. Con este objetivo y bajo el lema “Juntos alimentamos soluciones”, AECOC ha celebrado el 7º Punto de Encuentro Contra el Desperdicio Alimentario. Durante el congreso se han podido conocer propuestas contra el despilfarro de alimentos a distintos niveles, desde proyectos comunitarios o estrategias educativas a la innovación en tecnología alimentaria.
Un estudio realizado por NIELSEN aporta algunos datos para dimensionar la problemática. Por ejemplo, que la mitad de las cadenas coinciden en que la sección que genera más desperdicio es la de frutas y verduras. También expone que, según los agentes de la cadena, el 75% del desperdicio es causado por la compra del consumidor durante la elección de los productos. La buena noticia es que existe una mayor concienciación por parte de las cadenas, y la gran mayoría ha adoptado políticas de optimización de excedentes. De este modo, el 33% involucra en esta acción a toda la organización y el 42% usan la tecnología para prevenir y/o detectar el desperdicio.
Estrategias empresariales contra el desperdicio
Un ejemplo es el Grupo DAMM, que desde 2008 hasta 2017 ha implantado diversos procesos de innovación con los que se ha conseguido reducir el uso del agua para elaborar cerveza, así como consumir energía 100% renovable. Yolanda Pérez, Técnico en Medio Ambiente de DAMM, ha explicado otras acciones que lleva a cabo la compañía para ser más sostenibles, como destinar el excedente de levadura a la alimentación de ganado o la instalación de máquinas compactadoras de latas en algunas playas del mediterráneo para preservar el medio ambiente.
UPPRINTING FOOD es una idea surgida en Holanda con la sostenibilidad alimentaria como eje fundamental. Sus fundadoras, Elzelinde Van Doleweerd y Vita Broeken, detectaron que los alimentos suelen desperdiciarse por su aspecto, cuando son perfectamente válidos para el consumo. Por ello desarrollaron este proyecto para crear comida impresa en 3D a partir de residuos alimentarios. En el proceso mezclan pan con frutas o verduras, le añaden especias y condimentos y se procede a la impresión 3D. La posterior deshidratación permite que los platos creado puedan conservarse durante largos períodos de tiempo.
Pedro Lago, Director: Sustainability / Circular Economy en SONAE MC, se ha centrado durante el congreso en qué pueden hacer las cadenas de la gran distribución para combatir el desperdicio. Por ello, ha insistido en la importancia de la economía circular, y ha destacado 5 procesos clave para combatir el problema: recuperar, reciclar, reutilizar, reducir y prevenir. “La cultura del cambio y el cambio de paradigma son dos acciones necesarias para alcanzar soluciones” ha expuesto el ponente, que también considera que “hablar de sostenibilidad es hablar de futuro”.
Combatir el desperdicio con iniciativas sociales
FOOD FOR SOUL es una organización sin ánimo de lucro enfocada a alentar a las comunidades a combatir el desperdicio de alimentos en aras de la inclusión social y el bienestar individual. Cristina Reni, Project Manager de la organización, ha presentado este Proyecto en que se entremezcla la alta gastronomía y los comedores sociales. Para ella, Food For Soul consiste en hacer “visible lo invisible, en recoger todos los excedentes de alimentos y convertirlos en algo especial y bueno para comunidades vulnerables”.
Otro proyecto con alma social es Pesa i Pensa, una iniciativa de concienciación social en comedores escolares, aplicable a cualquier comunidad en la que el momento de comida se dé en grupo. Maite Molina, responsable de comunicación del proyecto, explica que sus principales objetivos son la sensibilización, la reducción del despilfarro y la recuperación del valor de los alimentos a partir de la educación alimentaria. Desde Pesa i Pensa ofrecen un servicio de asesoramiento a las escuelas para sensibilizar a los más pequeños, consiguiendo cambios en los hábitos a la hora de comer, así como una mayor concienciación.