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Rosa Galende

Código 84 | Marzo 2025

rgalende@aecoc.es

Pascual Campos
Director general de Supermercados Plaza

La última tienda abierta por Supermercados Plaza, la número 12, ha despertado el interés de propios y extraños por la honestidad y coherencia de su propuesta comercial. Bajo la dirección de Pascual Campos, este clásico de la distribución madrileña renueva su modelo con un espacio que “mantiene la esencia” de este distribuidor (su “Alma de mercado”: frescos, calidad, atención personalizada y precio justo) y “abre ventanas a la innovación”, siempre bajo la premisa “Compra como quieras”.

A Pascual Campos le gusta decir, medio en broma medio en serio, que es director general de Supermercados Plaza porque es del Atlético de Madrid. Ante nuestra sorpresa explica que hace aproximadamente dos años coincidió con un consejero de la empresa en el campo de fútbol y aquello fue el inicio de todo.

Empresa en la que conviven la primera y la segunda generación, los propietarios de Supermercados Plaza —el fundador, Justo Plaza, junto a su esposa Pilar Díez y sus cuatro hijos, Justo, Pilar, Pedro y David— habían tomado la decisión de profesionalizar la gestión de la empresa. Al mismo tiempo, Pascual Campos, tras culminar su etapa en Sánchez Romero (cadena adquirida por El Corte Inglés en 2021), buscaba un proyecto que le permitiera desarrollar valores sólidos en una compañía. Ese encuentro fortuito no pudo ser más providencial.

La primera vez que Campos visitó una tienda de Plaza se dijo: “¡Guau! Esto es un mercado”. Tal fue la sensación que le causaron los mostradores repletos de producto, bien atendidos por profesionales cualificados y los pasillos llenos de gente. Buen conocedor del modelo de “surtido largo y precio” en su etapa en Auchan, del “valor y frescos” de Condis, y del “gourmet y premium” de Sánchez Romero, rápidamente se dio cuenta de que estaba ante otra cosa, ante “un “supermercado con alma de mercado”, y de que “no hay muchos operadores jugando ese partido”.

De este modo surge el claim “alma de mercado”, acompañado por el evocador tagline “Justo lo que quieres”. Este último, además de rendir homenaje al fundador, Justo Plaza, encapsula un significado profundo: refleja el compromiso de la marca de escuchar y adaptarse a las necesidades de sus clientes en aspectos clave como calidad, precio, variedad, servicio y canales de compra.

Visitamos con Pascual Campos la última tienda abierta por la empresa, la número 12 y la primera con un local que no es propiedad de la familia, que tuvo siempre un modelo de crecimiento patrimonialista, y hacemos balance del trabajo realizado desde su llegada a la compañía para profesionalizar la empresa.

 

Tras un año y medio al frente de Supermercados Plaza, ¿qué balance hace de este periodo?

Han sido meses muy intensos, de gran actividad. La propiedad me ha entregado su confianza, me ha abierto todas las puertas y me ha dejado trabajar, cosa que agradezco, porque soy muy consciente de que tengo en mis manos un legado familiar con 62 años de historia. Los consejeros, los 4 hijos del fundador, con generosidad, se han apartado cuando ha sido necesario para darme espacio, pero también están sabiendo acompañarme en este viaje.

Su mandato ha sido profesionalizar la empresa y hacerla crecer. ¿De qué manera lo está haciendo?

Consciente de su historia, he afrontado este proyecto con muchas ganas, pero también con mucha humildad. Hay mucho trabajo que hacer, pero en ese trayecto no se puede ‘romper’ nada importante. La fuerza de esta compañía está en sus valores, de manera que, como en el juego de los palillos, hemos tratado de mover los necesarios sin tocar los esenciales. Por ello nos hemos propuesto hacer 3 cosas: mantener y cuidar la esencia, procedimentar y abrir ventanas de innovación.

«Nuestro I+D abarca todo el proceso, desde el cuidado del pasto hasta la creación de platos, incluyendo packaging y presentación, para destacar y transmitir la cultura cárnica».

¿Cuál es esa esencia de Plaza?

Desde el año 1963 Plaza está al servicio de los madrileños. Somos locales, somos de Madrid. Conocemos a nuestros clientes, que son nuestros vecinos, y ellos también nos conocen y nos valoran. Mantener la esencia significa cuidar de lo que hay: de los clientes, del proyecto, de la marca, del apellido y ser humildes, como lo es el señor Plaza. Él creó la compañía de la nada y le puso su apellido. Cuando alguien pone su apellido en la fachada de su negocio adquiere un compromiso enorme y ese es un legado de un valor incalculable que hay que cuidar.

Tenemos que mantener esos valores familiares y de negocio, ese concepto de tendero, el alma de mercado, de crear comunidad, equipo, de tener productos frescos de calidad, precios justos y ser un escaparate de marcas. No queremos ser un supermercado convencional. Ofrecemos proximidad, física y emocional. “Personas que atienden a personas”, este es el concepto.

¿Cómo están pasando de una gestión familiar de la compañía a una gestión profesionalizada?

En las empresas familiares con frecuencia todo está en la mente del fundador; en un modelo profesionalizado todo tiene que estar por escrito. Aunque tenemos 12 tiendas, tenemos que trabajar como si tuviéramos 1.000. Sin procedimientos una compañía no puede crecer.

Por eso a veces hay modelos familiares que quedan estancados y no pueden rodar.

Yo he trabajado en 4 compañías: Auchan, Condis, Sánchez Romero y ahora Supermercados Plaza. Todas nacieron en la misma época y comenzaron igual, aunque han llegado a diferentes grados de desarrollo.

Gérard Mulliez abrió su primera tienda en el barrio de Auchan (Hauts Champs– Altos Campos), profesionalizó pronto la compañía de manera que creció rápidamente y hoy es una multinacional.

La familia Condal –los tres hermanos– llegó a Barcelona desde Lérida, montaron una parada en un mercado de la ciudad, profesionalizaron la compañía a medio camino, con la incorporación de Enric Ezquerra, primero, y ahora con Manel Romero, y han tenido un desarrollo notable.

Sánchez Romero, con un modelo familiar cerrado, acabó vendiendo la empresa hace unos años.

Justo Plaza, que ha dedicado toda su vida a su negocio, tiene un modelo que funciona y que bien procedimentado puede crecer y desarrollarse. Es como el juego del palillo y el plato. Si tienes que estar pendiente del palillo para que el plato siga girando no puedes hacer nada más. Pero si creas procedimientos, cada uno puede encargarse de 10 platos y puedes tener 1.000 platos.

Supermercados Plaza

LAS FRASES

“Plaza es un escaparate para las marcas. A los fabricantes les decimos que somos ese ‘garaje’ o ese ‘laboratorio’ donde pueden probar cosas, ese ‘escaparate’ donde mostrar sus productos, ¡ojo!, a su justo precio”.

“Abrir ventanas de innovación significa ser el ratón colorado. Estar inquieto. Querer ver lo que pide el mercado, escuchar al cliente hoy y adelantarte a lo que te dirá mañana”.

“Los frescos son lo más bonito y lo más difícil. Es donde más dinero se puede ganar y también perder. Te pueden diferenciar o llevar a cerrar la empresa”.

“Tenemos que ser ‘escuchadores profesionales’ de los clientes y atenderlos de forma profesional. Y vender. No queremos ser ‘alcanzalatas’”.

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