Fernando Faces, profesor de entorno socio-económico de San Telmo Business School
Nº 233 – ENERO 2021
2021 será un año de transición, de recuperación y transformación. Según el economista y profesor de San Telmo Business School, Fernando Faces, “la recuperación no se iniciará de una manera clara y contundente hasta el tercer o cuarto trimestre de este año”. Y será una recuperación desigual e incompleta. Sin embargo, este año de transición y los fondos Next Generation ofrecen a las empresas una oportunidad única para avanzar “hacia un modelo económico y social más sostenible, inclusivo, digitalizado y más respetuoso con el medio ambiente”.
4 FACTORES QUE IMPULSARÁN LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA
- La demanda embalsada.
- La política monetaria del BCE.
- El incremento del gasto público.
- Los fondos europeos Next Generation UE.
6 TENDENCIAS QUE SE ACELERAN
- La digitalización de las empresas.
- El comercio online.
- El teletrabajo.
- La desglobalización.
- El cuidado de la salud.
- Y la protección del medio ambiente.
4 TENDENCIAS DERIVADAS DE LA PANDEMIA
- Salto cualitativo en la investigación sobre la salud.
- La valoración de la seguridad versus la eficiencia.
- La aproximación y diversificación de las cadenas de suministro.
- La mayor presencia e intervención públicas.
7 HERIDAS QUE DEJA EL COVID-19… QUE HABRÁ QUE CURAR
- La desigualdad creciente.
- La progresión de los populismos.
- Un mayor desempleo estructural y juvenil.
- La precarización del trabajo.
- La disrupción tecnológica.
- La destrucción de empleo.
- El endeudamiento creciente.
TRANSICIÓN. RECUPERACIÓN. TRANSFORMACIÓN
- “Los analistas predicen que España crecerá en 2021 el 6,5%. Habrá que esperar hasta finales de 2022 o principios de 2023 para poder recuperar los niveles de 2019”.
- “La eficiencia a corto plazo se sustituirá por el nuevo paradigma de la sostenibilidad, la resiliencia y la eficiencia a largo plazo, lo cual implica un crecimiento inclusivo”.
- “Pasaremos de un mundo unipolar liderado por Estados Unidos a otro bipolar liderado por China y EEUU. Un mundo en el que Europa no acaba de encontrar su lugar”.
- “La preocupación del BCE es el aumento de morosidad que probablemente tendrá lugar en el primer semestre de 2021”.
- “Los fondos Next Generation –destinados a proyectos de transformación digital, economía verde, modernización y competitividad– suponen un salto histórico en el proceso de integración europea”.
2021 será un año de transición hacia la recuperación y la transformación del sistema económico y social español. El inicio y el ritmo de la recuperación estarán en función de la eficacia y el éxito del proceso de vacunación. No es previsible que antes del tercer trimestre se haya alcanzado un porcentaje de vacunación que garantice la inmunidad de rebaño. Es probable que la movilidad y la actividad económica se vean restringidas durante el primer semestre y parte del segundo.
La recuperación no se iniciará de una manera clara y contundente hasta el tercer o cuarto trimestre de este año. Una vez iniciada será vigorosa, impulsada por la demanda embalsada, por la política monetaria del BCE, por el incremento del gasto público y por la ayuda del fondo europeo Next Generation UE.
La recuperación debe de ir acompañada de un proceso de transformación hacia un modelo económico y social más sostenible, más inclusivo, más digitalizado y más respetuoso con el medio ambiente. La transformación del sistema económico y social será consecuencia de las nuevas tendencias post-Covid y de las medidas adoptadas por el Gobierno, financiadas por los 140.000 millones que recibirá del Next Generation UE.
El mundo post-Covid. Requerirá un cambio de paradigma en las políticas económicas y sociales.
Lo que nos ha dejado el Covid
El Covid-19 ha acelerado tendencias preexistentes como la digitalización, el comercio online, el teletrabajo, la desglobalización, la salud y la protección del medio ambiente. También, ha propiciado nuevas tendencias como el salto cualitativo en la investigación sobre la salud, la valoración de la seguridad versus la eficiencia, la aproximación y diversificación de las cadenas de suministro o la mayor presencia e intervención públicas.
El Covid-19 también ha dejado heridas profundas que habrá que restañar en los próximos años: la desigualdad creciente y la progresión de los populismos, un mayor desempleo estructural y juvenil, la precarización del trabajo, la disrupción tecnológica, la destrucción de empleo y el endeudamiento creciente.
Mejorar este nuevo mundo post-Covid requerirá un cambio de paradigma en las políticas económicas y sociales. La eficiencia a corto plazo se sustituirá por el nuevo paradigma de la sostenibilidad, la resiliencia y la eficiencia a largo plazo, lo cual implica un crecimiento inclusivo, no generador de desigualdades y que no ponga en peligro los recursos naturales para futuras generaciones.
Las vacunas. Han dado un vuelco a las expectativas. El horizonte de la recuperación está próximo.
Recuperación desigual e incompleta
El año 2021 será el de la recuperación. Una recuperación desigual e incompleta. Desigual porque no todos los países se recuperarán al mismo ritmo. Incompleta porque Europa y España no alcanzarán los niveles de PIB anteriores a la crisis. China y Asia liderarán el crecimiento. Los países en desarrollo se recuperan más lentamente, lastrados por una excesiva deuda pública y una baja productividad. En la Eurozona, España, Francia, Italia y Portugal progresarán lentamente, agobiados por el peso de su deuda pública acumulada. A finales de 2021 estos países no habrán alcanzado los niveles de empleo y de PIB del 2019. Tendrán que seguir esforzándose hasta el 2023 para alcanzar los niveles prepandemia. La segunda ola y ahora la tercera ola de la pandemia han vuelto a restringir la movilidad y la actividad económica. Es probable que se certifique una contracción de las empresas del PIB en el cuarto trimestre de 2020. La tercera ola pandémica retrasará la recuperación hasta el segundo semestre de 2021. No obstante, el horizonte de la recuperación está próximo. Una luz ha empezado a brillar en la oscuridad. Las vacunas han dado un vuelco a las expectativas.
En 2021 se espera un crecimiento mundial del PIB entre el 4% y el 5%. China y los países asiáticos liderarán la recuperación. China es el país que mejor ha ejecutado la gestión sanitaria y económica de la crisis y la primera en la recuperación. Será la única que crezca un 2% en 2020 y un 8% en 2021. En los últimos 20 años China ha dado un salto espectacular en el ranking mundial de producción y en la carrera tecnológica. Pasaremos de un mundo unipolar liderado por Estados Unidos a otro bipolar liderado por China y EEUU. Un mundo en el que Europa no acaba de encontrar su lugar.
España, Francia, Italia y Portugal. Tendrán que seguir esforzándose hasta el 2023 para alcanzar los niveles prepandemia.
Recuperación global a dos velocidades
Tras la victoria de Joe Biden es previsible un nuevo incremento de los estímulos fiscales y una inversión de más de 2 billones de dólares en infraestructuras, renovables y digitalización. Estados Unidos crecerá en 2021 entre el 5 y el 5,5% tras haber caído en 2020 el –3% . La derrota electoral de Trump ha sido la mejor noticia del año. Su sucesor tendrá que reconstruir lo destruido por Trump: unir a sus ciudadanos, recuperar el multilateralismo, gestionar las alianzas perdidas, impulsar el crecimiento y reducir las desigualdades. El tamaño del estímulo fiscal de Estados Unidos ha sido muy superior al europeo. La Reserva Federal ha decidido mantener la política monetaria expansiva hasta que la recuperación se consolide. Nuevamente la rapidez en la acción política y el tamaño de los estímulos han permitido que la recuperación de Estados Unidos sea más potente y rápida que la de la Eurozona, a pesar de la pésima gestión sanitaria de Trump.
Los países emergentes y en desarrollo (Latinoamérica, África y otros) iniciarán la recuperación con menor intensidad que los asiáticos. Han sufrido menos que en la anterior crisis en PIB, empleo, salida de capitales y devaluación de sus monedas. El gran problema es la deuda, pública y privada, acumulada durante la pandemia, sólo sostenible con una nueva reestructuración, cómo aconsejan el Banco Mundial y el FMI.
Europa también iniciara la recuperación con un crecimiento entre el 3,2% y el 4%, tras haber caído en 2020 un –7,5%. La deficiente gestión sanitaria, la indecisión y los retrasos en las decisiones sanitarias y económicas y la falta de liderazgo son la causa principal de su mayor recesión en 2020 y de la débil recuperación en 2021. Además, el tamaño de los estímulos ha sido inferior al de China y Estados Unidos. La situación presupuestaria de partida ha sido uno de los condicionantes, sobre todo en España. No obstante, en los últimos meses el liderazgo de Francia y Alemania ha propiciado una decisión que supone un salto histórico en el proceso de integración europea: la aprobación del fondo europeo Next Generation, destinado a proyectos de transformación digital, economía verde, modernización y competitividad. La aprobación del Fondo Europeo implica un salto cualitativo en la integración europea, ya que su financiación a través de la Comisión Europea, supone un paso importantísimo en la mutualización de la deuda soberana europea.
Los bancos centrales. Impulsarán la recuperación. Hasta 2024 no se prevén subidas de tipos de interés.
El dilema de los bancos centrales
Los bancos centrales impulsarán la recuperación. La Reserva Federal de Estados Unidos seguirá inyectando 120.000 millones de dólares mensuales hasta que la recuperación esté consolidada. Hasta 2024 no se prevén subidas de tipos de interés. El BCE continuará inyectando liquidez hasta los 1,85 billones de euros, y más si fuera necesario. En el mes de marzo-abril revisará su estrategia de política monetaria y el objetivo de inflación a largo plazo por encima del 2%. En esta ocasión el BCE no actuará en absoluta soledad, irá acompañado por políticas fiscales expansivas y por los 750.000 millones del Next Generation UE. El Banco Central de China continuará inyectando liquidez, sujetando los tipos de interés y apoyando a las pequeñas y medianas empresas.
La preocupación de los bancos centrales está en el medio plazo. Las políticas monetarias expansivas están propiciando una desconexión y desacople entre los mercados reales y financieros, cuyos activos están dando señales de exuberancia irracional. La deuda global, pública y privada, ya alcanza el 365% del PIB mundial. Las políticas monetarias expansivas durante un excesivo tiempo están incentivando el endeudamiento y provocando una burbuja de deuda global, con especial impacto en los países emergentes. La pregunta es qué harán los bancos centrales cuando a partir del 2023-24 la recuperación esté en marcha y la inflación subiendo. El dilema de los bancos centrales será: subir los tipos de interés para controlar la inflación, haciendo la deuda insostenible y abortando la recuperación; o no subirlos y soportar una inflación y una inestabilidad financiera crecientes. Pero este es un problema de medio plazo y lo que ahora preocupa a los gobiernos es acabar con la pandemia e iniciar la recuperación.
La gran noticia para España. Es la aprobación del fondo europeo Next Generation. De la honesta, responsable y eficiente gestión de estos recursos dependerá nuestro futuro inmediato.
La banca no es el problema, por ahora
El BCE está preocupado por el futuro de la banca. En esta crisis la banca no ha sido el problema, sino más bien la solución. Esta crisis ha sorprendido a la banca con solvencia suficiente, pero ajustada. El coeficiente de solvencia de la Banca Española está por debajo del de la Banca Europea.
La preocupación del BCE es el aumento de morosidad que probablemente tendrá lugar en el primer semestre de 2021, a medida que vayan venciendo los préstamos de ayuda a las empresas, en un contexto en el que la recuperación se ha retrasado y las empresas sin ingresos no podrán hacer frente a su carga financiera. La respuesta del BCE ha sido aligerar temporalmente la regulación de las dotaciones para provisiones por insolvencia y autorizar la renovación y aplazamiento de los préstamos hasta que la recuperación esté consolidada.
Al BCE le preocupa que este escenario dañe la solvencia de la banca y sea la antesala de una nueva crisis financiera y una nueva contracción del crédito a las empresas. La prohibición del pago de dividendos y de recompra de acciones y el apoyo a las fusiones bancarias tienen como finalidad evitar este escenario. Habrá más fusiones bancarias nacionales, pero no se prevén fusiones transfronterizas, por ahora.
Una oportunidad histórica
España y Argentina han sido los dos países más afectados económicamente por la pandemia. Se espera que el PIB de España caiga en 2020 entre el –11,8% y el –12,8%. La mayor caída del PIB de toda la OCDE.
La causa es la deficiente gestión sanitaria y económica y la persistencia de los desequilibrios estructurales: un modelo productivo centrado en sectores de bajo valor añadido, el escaso tamaño empresarial, la rigidez de los mercados, el excesivo endeudamiento público, el desempleo estructural, la ineficiencia de la Administración, la insuficiente innovación y, en definitiva, la escasa competitividad. El consenso de los analistas predice que España crecerá en 2021 el 6,5%. Un crecimiento insuficiente. Habrá que esperar hasta finales de 2022 o principios de 2023 para poder recuperar los niveles de 2019. La gran noticia para España es la aprobación del fondo europeo Next Generation. España recibirá ayudas por valor de 140.000 millones: 72.000 millones en subvenciones. Sin esta ayuda, España tardaría más de un quinquenio en recuperarse. El objetivo del fondo europeo no es sólo la recuperación económica, sino la transformación hacia un modelo productivo más competitivo, moderno, sostenible, verde y digital. Las ayudas deben de dirigirse a proyectos de inversión que cumplan con estos objetivos. El plazo para la presentación de proyectos es el mes de abril y su disposición dependerá de que España cumpla con los objetivos marcados por Bruselas y con las reformas pendientes recomendadas a España en los dos últimos años. España no puede desaprovechar esta oportunidad histórica. De la honesta, responsable y eficiente gestión de estos recursos dependerá su futuro inmediato.
FERNANDO FACES
Profesor de entorno socio-económico de San Telmo Business School