Entrevista
de Mantequerías Arias
175 años de innovación, calidad y foco en las personas han construido la historia de Mantequerías Arias. Hoy esta compañía asturiana cuenta con más de 30 marcas de quesos nacionales y de importación basados en la salud y el placer. La inflación, que reduce el poder adquisitivo del consumidor y favorece la MDD, sigue impactando en sus resultados, aunque Javier Roza, su director general, es optimista: “cerraremos 2023 creciendo en volumen y facturación”. Sus bazas: diferenciación, notoriedad y valor añadido. “El gran consumo es apasionante, debes adaptarte continuamente, y eso supone un desafío intelectual y operacional que me ha enganchado”, reconoce Javier Roza, con 30 años de trayectoria en el sector, la mitad de ellos como director general de la asturiana Mantequerías Arias. Celebra la “feliz coincidencia” de haber nacido en Oviedo y dirigir esta compañía, asumiendo “el extra de responsabilidad” de no poder permitirse que “un asturiano manche la historia de la empresa”.
¡Enhorabuena por el 175 aniversario de Mantequerías Arias! ¿Qué factores han convertido a Mantequerías Arias en una empresa tan longeva?
Hemos llegado hasta aquí basándonos en 3 pilares:
• Innovación. La aplicamos desde una perspectiva amplia, desde los procesos al marketing. Ya desde la década de 1920, la compañía comenzó a despuntar en innovación, introduciendo nuevas técnicas para fabricar mantequilla. Hasta aquel momento se recogía toda la leche y luego se separaba la nata que solo representa el 3%-4% de la leche. Por tanto, se transportaba mucho más volumen del necesario. La compañía apostó por instalar máquinas centrífugas en las explotaciones de sus ganaderos para que ellos mismos separaran la nata de la leche, ahorrando costes logísticos, mejorando la calidad y garantizando la máxima frescura. Además, fuimos los primeros en indicar la fecha de elaboración. También innovamos en marketing en los años 20, siendo una de las primeras empresas que hizo campañas de publicidad durante meses en los diarios.
• Calidad. Estamos obsesionados con la calidad. Hacemos alrededor de un millón de controles de calidad al año. Ni un solo lote sale al mercado sin superar todo tipo de pruebas y analíticas de calidad nutricional y organolépticas.
• Personas. Valoramos la experiencia y cuidamos a nuestros profesionales, por eso contamos con equipos muy experimentados. El 42%de nuestros empleados tiene entre 45 y 54 años y su promedio de antigüedad en la empresa está por encima de los 15 años, con una paridad del 50% entre mujeres y hombres. Además, con nuestra incorporación al Grupo Savencia en los años 70, el factor humano ha alcanzado su máxima expresión. Una compañía no puede esperar tener beneficios si no tiene productos excelentes y para lograrlos necesita a profesionales excelentes. Por eso el grupo mantiene un claro foco en las personas.
¿Qué datos definen hoy a Mantequerías Arias
?Cerramos 2022 facturando 110 millones de euros en España, un 6% más que el año anterior, motivado por el aumento de precios, mientras que las ventas en volumen ascendieron a 21.000 toneladas, con un descenso del 4%. El año pasado la inflación en costes fue brutal, tuvimos que subir precios tres veces, tan solo repercutiendo una parte, lo que redujo nuestro resultado económico en 2022. Notamos el impacto de la inflación en materias primas desde mediados de 2021.
En aquel momento se justificaba por la recuperación tras el covid-19 y por cierta tensión en las cadenas de suministro, vinculado con escasez de plásticos y unos precios de la energía que comenzaron a subir. Pero en 2022 el gran impacto fue el de la guerra en Ucrania, que provocó una escalada brutal de precios en la energía y las materias primas.
Cada día de 2022 vivimos aumentos de costes constantes que tuvimos que repercutir. La alternativa hubiera sido cerrar. En un año normal los incrementos de costes pueden ser de un 1%-2%, que puedes acomodar aumentando la productividad sin subir precios, pero si el aumento es del 20% es imposible cuando nuestro margen de beneficio es del 2%. Todas las empresas tuvimos que subir precios para mantener márgenes, lo que provocó descensos en volumen.
Los consumidores han perdido capacidad adquisitiva y compran menos cantidad o prefieren alternativas más baratas como la marca de distribución. Este es el problema al que nos enfrentamos los fabricantes de marcas en Europa. Nuestro desafío es seguir siendo atractivos, pese a ser más caros, en un entorno de disminución del poder adquisitivo de los consumidores.
MDD. La MDD ya representa el 70% del mercado en quesos, una proporción que también se da en otras categorías. Y solo hay una fórmula para contrarrestarlo: darle más valor a nuestra propuesta innovando.
¿Qué previsiones de cierre tienen para 2023? ¿Y cómo anticipan el 2024?
Aunque está siendo un año muy incierto, creemos que cerraremos 2023 con crecimientos tanto en volumen como en facturación. Observamos una positiva dinámica de recuperación. En esta previsión también influye nuestro incremento de la actividad promocional para animar ventas y volumen. Aunque todavía no podemos reducir precios porque los costes de la leche, nuestra materia prima principal, siguen sin bajar. Pero en los últimos meses sí que notamos más “alegría” en las ventas.
También contribuyen a esta dinámica positiva nuestros lanzamientos, como el nuevo Burgo de Arias Protein Plus que está funcionando muy bien como lácteo para comer con tenedor, combinado con otros alimentos en platos salados con un aporte extra de proteínas: 14 g. por cada 100g., el porcentaje más alto en los productos de su categoría.
Además, estamos desarrollando toda nuestra gama de importación, Haute Fromagerie, que lanzamos hace dos años con especialidades queseras líderes en Francia, como Caprice de Dieux o Saint Agur, a los que incorporamos nuevos productos como Roquefort Papillon o nuestro époisses Berthaut, recientemente laureado como mejor queso del mundo en el Mondial du Fromage de Tours.
Sin embargo, no será suficiente para compensar los costes. Y aunque espero que el resultado sea mejor que el de 2022, seguirá siendo peor que el de 2021. En nuestra industria la recuperación requerirá tres años, como mínimo. El 2024 todavía lo veo lejos, aunque creo que se mantendrán las dinámicas positivas de fondo y que las innovaciones nos seguirán dando alegrías.