La pandemia global ha cambiado muchas circunstancias, mentalidades y prioridades de los consumidores en los últimos dos años. Incluso cuando nos adaptamos a la “nueva normalidad” y retomamos algunos estilos de vida previos a la pandemia, es evidente que el panorama minorista ha cambiado. Ahora existe una necesidad de que las marcas y los minoristas comprendan la nueva brecha económica que está fragmentando los comportamientos de compra.
