Los insectos, nueva fuente de alimento
Durante los últimos años, el debate en torno a la seguridad alimentaria y a la búsqueda de alternativas a nuestras fuentes tradicionales de alimentación ha sido disrumpida por nuevos actores provenientes del campo de la ciencia que buscan, en su mayoría, identificar fuentes alternativas para obtener proteína fuera del mundo animal. Así, han surgido diferentes opciones para obtener dichas proteínas creando tejido animal de forma artificial en laboratorios. Sin embargo, existe una fuente alternativa de la que se lleva hablando mucho tiempo y que, sin embargo, aún no ha alcanzado un gran nivel de adopción por parte de la sociedad: los insectos.
En Oriente, se estima que alrededor de 2.000 millones de personas consumen numerosas variedades de insectos en su alimentación diaria como complemento, aliño e incluso como delicatessen. Sin embargo, Occidente aún se resiste al consumo de insectos, a pesar de los beneficios que presenta su consumo. Parte del motivo es la falta de tradición de consumo de insectos, ya que, debido a las condiciones climáticas de Europa y Norteamérica, los insectos no llegan a alcanzar un tamaño suficientemente grande como para ser considerados una fuente de alimento.
Los insectos constituyen un elemento clave de los ecosistemas en los que habitan, manteniéndolos equilibrados, favoreciendo la reproducción de las plantas y mejorando la calidad del suelo. Como alimento, contienen altos niveles de grasa, fibra, proteínas, vitaminas y minerales. Para su consumo a escala, es necesario el empleo de técnicas de cultivo de insectos, una práctica que se viene haciendo desde hace siglos con ciertas especies, como las abejas o los gusanos para la obtención de miel y seda, respectivamente. Sin embargo, su cultivo con fines alimentarios es relativamente nuevo y se encuentra en niveles diferentes de desarrollo. Existen países en los que las condiciones climáticas permiten a individuos o pequeñas empresas familiares cultivar insectos para su consumo a pequeña escala, de forma local. Estos pequeños y medianos cultivos constituyen, para familias de zonas empobrecidas en países como Tailandia o Ghana, una fuente estable de ingresos durante todo el año gracias al beneficio que obtienen por la venta de su cultivo. Por otro lado, comienzan a surgir grandes empresas capaces de crear granjas industriales con diferentes niveles de automatización que permiten el cultivo a escala de ciertas especies como grillos, saltamontes o moscas para su consumo. El principal reto que presentan estas granjas es lograr alcanzar los niveles óptimos de temperatura, luz y alimento para que los insectos se reproduzcan a los niveles deseados.
Una vez superados los desafíos del cultivo, el mayor reto viene a la hora de encontrar un mercado y un público objetivo para el consumo de estos productos. En este campo, observamos diferentes tendencias a nivel global, desde los chefs de alta cocina que buscan crear un ‘efecto evangelizador’ incluyendo insectos en sus creaciones, hasta el consumo de los insectos en forma de snack, como puede ser el caso de los famosos chapulines originarios de Oaxaca, consumidos en cada vez más lugares
Todo apunta a que en los próximos años comenzaremos a experimentar un mayor nivel de adopción de los insectos como fuente alimenticia y comenzaremos cada vez más a apreciar sus beneficios, como actualmente hacemos con otros productos populares que en un inicio seguramente no lo fueron, como el marisco.
Guidance
- En numerosas zonas afectadas por crisis o conflictos que hacen que las fuentes de ingresos de las familias se encuentren en peligro, el cultivo de insectos se ha presentado como una fuente estable de sustento. Este tipo de modelos de negocio son muy atractivos para startups y organismos de cooperación que buscan ayudar en situaciones de riesgo.
- La creación de productos atractivos que, producidos a través del uso de insectos, logren imitar alimentos actualmente populares es una gran oportunidad de negocio para startups y grandes empresas de alimentación que quieran posicionarse a la vanguardia de la innovación.
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