Empresa biotecnológica diseña una impresora de pastillas en 3D para dispensar pastillas personalizadas
FabRx, una startup fundada en 2014 con sede en Reino Unido por académicos del University College London, está desarrollando y probando una impresora 3D para crear pastillas personalizadas (a las que denominan «printlets») en los hospitales. Hasta la fecha, FabRx ha probado la impresora en un hospital de España.
Las consecuencias de la impresión de pastillas a través de impresoras 3D:
- Revolución en el proceso de fabricación de los medicamentos – La impresora 3D personalizada permitiría a los hospitales y farmacias imprimir medicamentos en función de las necesidades de los pacientes. Esto ayudaría a resolver el problema que supone que la mayoría de los medicamentos estén disponibles en concentraciones y dosis establecidas, lo cual dificulta la adaptación de las pastillas a las necesidades individuales de cada paciente. Esto adquiere especial relevancia en el caso de los niños, que muchas veces reciben demasiada o muy poca medicación como consecuencia de que sólo se dispone de pastillas con dosis diseñadas para adultos.
- Cuestiones legales por resolver – A pesar del gran avance que supone, la impresión de medicamentos en función de las necesidades de los pacientes requiere que se tengan en cuenta cuestiones como el control de calidad o la concesión de licencias.
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