El factor de conveniencia, la falta de tiempo y la escasez de habilidades culinarias son factores que influyen en los patrones de consumo de hoy en día. Según el estudio “Alimentación de Conveniencia – Ready to eat” publicado por el departamento ShopperView de AECOC, el 56% de los españoles declara consumir productos listos para comer por falta de tiempo, mientras que el 46% afirma que consumiría más productos de este tipo si la oferta de recetas saludables fuera más amplia.
Así, y por su comodidad y rapidez de preparación, el producto de conveniencia va ganando adeptos en una sociedad que, cuanto más ajetreada es la vida del consumidor, mayor es el consumo de este tipo de alimentación. Las pizzas, las ensaladas limpias y listas para el consumo y los batidos y yogures bebibles son los productos preferidos y más demandados y, mayoritariamente, la compra de estos productos se realiza en los supermercados/hipermercados (92%), para posteriormente consumirlos en el hogar.
El estudio de ShopperView “Alimentación de Conveniencia – Ready to eat” también destaca otra de las motivaciones en la comprar de platos preparados: la falta de habilidades culinarias o la pereza de invertir tiempo en la cocina. De hecho, un 42% de los consumidores reconoce consumir el “ready to eat” porque no le apetece o no sabe cocinar. Según estos consumidores, preparar la comida es algo difícil que requiere esfuerzo y que conlleva mucho tiempo.
Además, los españoles también valoran la visibilidad del producto a través del envase: mientras que los envases opacos remiten a lo artificial, los transparentes transmiten confianza y el consumidor percibe que tiene más control sobre lo que está comprando. Otros aspectos importantes del envase son el tamaño, sobre todo el número de raciones que incluye, y que se pueda volver a cerrar manteniendo las propiedades del producto.
No obstante, cabe destacar que el factor salud condiciona el consumo de los productos listos para consumir, de los que sólo el 20% de los participantes considera que son sanos y un 46% declara que compraría más este tipo de productos si hubiera más opciones de platos saludables.
En definitiva, una tendencia al alza ante un shopper con poco tiempo, pereza y sin habilidades culinarias donde el producto listo para consumir se ha convertido en la mejor respuesta a sus necesidades.
